Evaluación del manejo sitio-específicas para reducir la heterogeneidad en el vigor de la vid, el rendimiento y la composición de la uva

Resumen de tesis doctoral

Resumen

Durante ocho temporadas consecutivas (2014-2021) la heterogeneidad intraparcelaria del vigor en un viñedo de cv. Tannat en Uruguay fue objeto de estudio. Dicha variabilidad fue evaluada durante tres años (2015, 2016 y 2017) mediante el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI), calculado a partir de imágenes aéreas. Se obtuvieron imágenes multiespectrales de alta resolución (0,2 m) sobre el terreno para definir zonas de vigor contrastantes: alto (HV) y bajo (LV). En invierno de 2020, se evaluó el diámetro del tronco para corroborar la estabilidad interanual del vigor, y se establecieron correlaciones positivas entre el NDVI y los parámetros de crecimiento vegetativo. Se llevó a cabo una descripción completa de los parámetros físicos y químicos del suelo. Se utilizaron datos climáticos (precipitaciones, temperatura, humedad relativa y luz), de crecimiento vegetativo (superficie foliar; nitrógeno y potasio foliar; peso de poda), de rendimiento (número de racimos por planta, peso del racimo, peso de la baya) y de composición de la uva (sólidos solubles totales, acidez, pH, antocianos y fenoles totales). Además, se aplico un enfoque de manejo especifico a cada sitio de vigor para incidir sobre el rendimiento, la calidad de la uva y reducir la heterogeneidad. En el HV, los tratamientos tenían el objetivo de reducir los aportes de agua y nitrógeno, mejorando las condiciones microclimáticas de la zona de racimos. En LV, en cambio, los tratamientos buscaban aumentar el crecimiento vegetativo y el rendimiento mediante la suplementación de agua y nitrógeno. Si bien una parcela de 1 ha puede considerarse homogénea desde el punto de vista topográfico, edafológico y climático, este estudio demostró la existencia una gran variabilidad en las variables del suelo, los parámetros de producción y la composición de la uva. La zona HV se asoció con niveles más altos de área foliar, peso de poda, rendimiento (mayor peso de la baya y del racimo) e incidencia de enfermedades que la zona LV. Estas características de la zona HV eran el resultado de un suelo más profundo y estructurado, con mayor contenido de materia orgánica, reservas de nitrógeno y contenido de arcilla (tipo montmorillonita). Estas propiedades del suelo en la zona HV resultaron ser más propicias para el crecimiento de las raíces, en particular las raíces finas. La zona LV, presentó un suelo menos profundo y más compacto lo que condicionaba negativamente el crecimiento de las raíces. Se aportó nueva información sobre la interacción del sistema suelo-planta-atmósfera. En particular, el papel dominante de la disponibilidad de agua en primer lugar y de la disponibilidad de nitrógeno del suelo en segundo lugar a la hora de establecer el vigor de las plantas. El efecto del nitrógeno sobre la respuesta de las plantas dependió en gran medida de la disponibilidad de agua en el suelo. El gradiente de vigor de la vid y de rendimiento entre las dos zonas se mantuvo estable a lo largo de los años, independientemente de las condiciones climáticas. Esto indica que las características del suelo pueden mitigar o potenciar los efectos causados por las condiciones climáticas. La determinación (posible mediante teledetección) de las zonas de vigor de una parcela es un requisito previo para proponer prácticas de gestión del suelo y del cultivo que optimicen el uso de los recursos y garanticen la sostenibilidad económica y medioambiental de la producción vitivinícola.